Jueves 1 de enero. Año nuevo. Todo muy tierno. Nuevos propósitos que nunca llegarán a ser realizados como, por ejemplo, el propósito de pérdida de masa corporal adquirida por la ingesta compulsiva de langostinos y langostinos…El primer día en lugar de comerte tres mazapanes te comes uno, pero el dos de enero ya vuelves a caer… ¡qué triste!...Habrá que esperar a la Operación Bikini para perder esos kilitos de más.
Bueno, pues eso, era jueves. ¿Y qué echan los jueves 1 de enero en la tele? Pues todo lo que no han echado a lo largo del año, te lo ponen junto el mismo día…para que te colapses y no sepas que ver y empieces a hacer zapping sin decidirte por ningún canal (así todas las cadenas ganan algo de share, está todo pensado). Sí, las navidades son así, las cadenas van guardando sus mejores estrenos para lo que ellos llaman la PEN (Programación Especial de Navidad), pero bueno de eso ya hablaré (hay mucho que criticar, empezando por el programa de Raphael… ¡qué cansino!). La cuestión es que echaron varias películas, entre las que yo elegí Mentiroso Compulsivo (está en mi lista de películas que he visto mil quinientas veces, como Titanic, por ejemplo). Peeero antes de ver a Jim Carrey haciendo el gilipollas (en sentido cariñoso), vi el Especial Navidad de Callejeros: EXTRALUJO para ver los regalitos que los ricos se solían hacer en estas fechas tan consumistas. ¡Qué despilfarro! Me estaba poniendo nerviosa sólo de escucharles. Pero la curiosidad me pudo y seguí contemplando el reportaje. Llegó un momento en que nuestra reportera (toda maja ella) con su cámara a cuestas llegó a un “barquito” de Barcelona. Dos pijos la esperaban ansiosos para mostrar los lujos del enorme bicho flotante. Pero sobre todo, había una pija que disfrutaba más que ninguna otra contando las múltiples ventajas de gastarse nada más y nada menos que ¡¡¡1.800.000 de euros!!! (casi me dio un cookie cuando la escuché decir el precio con su sonrisa de superioridad en la cara) Pero bueno, es una inversión, cara, pero una inversión al fin y al cabo.
El diálogo entre nuestra reportera de tercera clase y la pija de alta sociedad fue algo tenso en ciertos momentos:

PIJA CHIC: Y bueno, esto…esto es una gozada…los acabados como puedes ver están hechos a mano…en cuero todo…una gozada…mira, mira…toca…(la pija estaba extasiada enseñando a nuestra reportera del estado llano una mesita de cuero hecha a mano; estaba a punto de llevársela a su casa)