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La Casa De LoS FaMoSoS!!...
NO, no es lo que os estáis imaginando: un nuevo reality tipo
Hotel Glam o
La Granja donde los personajillos de las revistas más cutres del corazón (veáse
¡Qué me dices!...nada que ver con el glamour y la clase del
¡Hola!, ni punto de comparación)pasan los días vagueando y pululando de una cama a otra y/o librándose de ciertas adicciones (véase Alonso " Tics " Caparrós). No, no me refiero a estos programas diseñados para que los famosos sean capaces de aprender planchar, hacer sus camas, lavar los platos y demás tareas en tres meses.
Me estoy refiriendo a una casita rural que está situada en los bellos parajes de un pueblecito de Burgos denominado Lerma en la que MamáLuNNy, PapáLuNNy, La PequeñaLuNNy y yo (la mismísima LuNNyDiscípula) decidimos pasar un fin de semana alejados del mundanal ruido de la ciudad para buscar la vida solitaria en contacto con la naturaleza (oh, Fray Luis de León...¡qué maravilla!). Una casita muy cookie (aparentemente) con un par de suites, un saloncito con sofás (aparentemente) confortables, barra ¿libre? (eso insinuaron los dueños: "
Podéis coger una coca-cola, una cerveza o lo que os apetezca cuando queráis ". Claro, claro y sin pagar un duro, ¡qué timadores!, nos querían engatusar con su verborrea pueblerina), cocina para servir el " ecónomico " desayuno (seis euracos que nos querían tangar por persona, pa´cuatro bollos mal puestos y un zumo de brik, ¡será posible!) y una serie de habitaciones que nunca nos llegaron a mostrar y en las que nunca llegamos a saber si dormía algo o alguien. Pa´mí que sólo estábamos nosotros (los pringaos, los cuatro monos a los que todo pueblerino espabilao quiere engañar intentando superar por todos los medios superar la inteligencia innata de todo habitante urbano mediante simpática acogida como si nos conociéramos de toda la vida y su aparente disposición a hacernos la vida lo más plácida posible). Desde luego en la casita rural no había ni Dios. Por no estar no estaban ni los dueños, que se tiraban todo el día por ahí de picos pardos, hablando con unos, hablando con otros, de paseito, ¡menudos pájaros!.
Pues bien, según los avispados dueños, era rara la ocasión en la que no iba por su casita algún famoso del panorama televisivo y por supuesto más raro era, el fenómeno extraño de ausencia total de inquilinos (salov nosotros), como no.
¿Y qué famosos de alta jerarquía televisiva decían alquilar una de sus rurales habitaciones durante un fin de semana?: Lorenzo Milá y su Hermanísima Mercedes "
No sé vivir sin Gran Hermano " Milá, el Montes de Oca (o el insufrible hombrecillo que toooodas las noches te dice el tiempo, las mareas, las presiones y el
susuncorda de tooodos las ciudades habidas y por haber) y muchos más que ahora mismo mi mente no recuerda, pero vamos todos superconocidísimos. Es que la casita en cuestión era un punto de encuentro fundamental, y repito, fundamental entre los famosos (importantes). Imaginaos lo importante que debe ser la casita (todo esto siempre visto desde la perpestiva de los " modestos " dueños) que con todas las casitas rurales que hay por España (en las por lo menos no escatiman en ponerte la calefacción, más que nada poque hace frío) los famosos van única y exclusivamente a la de Lerma. Fíjate, oye. Claro, claro...y las ranas tienen pelo.
Los dueños estaban orgullosos relatando sus anécdoteas con los numerosos famosos que les visitaban.
DUEÑO:
Pero y repiten, oye eh...que les gusta esto vamos...(modestia a parte)
DUEÑA:
Sí, sí...porque aquí no es lo mismo que en el Parador...aquí se suben la maleta ellos solos...jajaja (claro ellos no te creas que se molestan, ni siendo famoso ni siendo de la plebe)
DUEÑO:
Y bueno muy amables todos...hablando con ellos...(resalta su trato con las altas clases de la televisión)
DUEÑA:
Y a Montes de Oca...sabéis quién es ¿no? (se cree que sólo le conoce ella)...
cuando viene le decimos pero no digas que va a llover el puente hombre...que nos fastidia la clientela...jajaja (se ríe ella sola)
DUEÑO:
Claro...le decimos pero tú no lo digas...(repite la anécdota como la cosa más graciosa del mundo)
Y ahora mi
LuNNyPerspectiva: No me creo que el Lorenzo Milá y su Hermanísima se vayan allí a pasar frío por el simple hecho de que los dueños no se dignan a poner la calefacción con tal de ahorrarse una perrillas; a pagar seis euros por un café, una magdalena, un sobao y un zumo de brik (
Zumosol o uno de esos); a ser obligado a ir a buscar un cajero por el pueblo para pagar al dueño "
tengo un morro que me lo piso-no sé cómo no se me cae la cara de vergüenza " en negro haciendo que la máquina esa pasa-tarjetas está escachuflada y evitarse así tener que hacer factura; y a salir con el pelo mojado a la gélida calle porque a los dueños no se les ocurre decirte que tienen secador hasta el día en que te marchas insinuando que la gente se los lleva (no tiene otra cosa mejor que hacer la gente que ir managando secadores por ahí, uyss, ¡tacaños!). Hacía tiempo que no pasaba tanto frío.
Sólo hay un día que pueda superar el frío que pasé en Lerma. Sí, el día que nos timaron (para variar) para montarnos en un barquito (lancha cutre de reducidads dimensiones propensa a inundarse por la parte trasera) que nos llevaba por el río Duero. Luego, el individuo que conducía la lancha nos quiso comprar el silencio dándonos un aperitivo (vino sólo para los mayores, a los pobres adolescentes que les zurzan y un pan así en plan empanada con chorizo dentro). Ay, ¡el frío que nos hizo pasar el payaso!. Estaba compinchado con el de la casa rural. ¡Menudo negocio se tenían ahí montado!. Si me acuerdo hasta de sus nombres: Víctor y Paco (se la tengo guardada).